Cuestión de perspectiva


Supongo que tiene que haber días para todo, y un buen día te levantas animada. Sin saber muy bien por qué, te sientes el ombligo del mundo.

Sales a la calle y miras el buzón llena de ilusión para ver si alguien te ha mandado o devuelto un pedacito de su vida dentro de un sobre.
Y coges el teléfono contínuamente para comprobar si ha llegado ese sms o esa llamada que te cambia los planes del día.
Y te sientas en la orilla de una playa a ver si la marea te trae un mensaje dentro de una botella.
Y las flores se inclinan a tu paso y llevan hasta tu perfume y tu nombre.
Y las personas te abren hueco entre la multitud con una leve reverencia.
Y el sol te ilumina por la calle haciéndote protagonista de tu vida y calentando tu existencia en medio de la multitud.
Y cuando creías que el mundo estaba lleno de facilidades dispuestas a hacerte feliz, vuelves a casa arrastrando los pasos y sólo encuentras propaganda en el buzón.
Y el teléfono se ha quedado sin batería.
Y el único mensaje que contiene la botella es que tu vida es un naufragio.
Y las flores son de plástico y tienen colores absurdos.
Y las personas no te abren paso, sino que te pisan en la vertiginosa carrera por ser los mejores.
Y el sol no te ilumina porque apenas tienes tiempo de sentirlo.
Y es cuando te das cuenta de que no eres especial, que nadie ni nada gira entorno a tí.

Supongo que simplemente hay días, semanas, incluso meses, que deberían ser borrados del calendario...

Eyes.