Como decirte...

Fuiste tu la que, con la excusa de las fotos, empezaste a hablarme aquel día. Pensé que eras maja pero estaba demasiado borracha y rayada como para pensar en nada mas, bastante que conseguí recordar tu e-mail.

Es una lastima que una conversación de Messenger me hiciese pensar mal de ti y me creara tantas dudas. Así que elegí seguir otro camino, que al final nos hizo volvernos a encontrar.
Un mes de conversaciones parideras con web-cam por Messenger y una noche de fiesta en jueves hicieron falta para que por fin tuviésemos nuestra cita de día y con sol.

Maldito el día que, como respuesta a un interés por tu parte, te dije que no podía ofrecerte más que una amistad y tú te lo tomaste como que no me llamabas la atención. Y cuando fui yo la que demostró el interés tú me dijiste que te habías fijado en otra…

Con la tontería, ya llevamos 4 meses jugando al gato y al ratón. Y ya no se que pensar cuando me dices que tienes ganas de verme, cuando insistes tanto para incluirme en tus planes, cuando me miras, cuando me preguntas si te queda bien la ropa, cuando juegas a hacerme cosquillas, cuando te pones celosa…