Cotilla de profesión

Esto de los blogs es muy malo eh? Que no, que no lo digo de broma; escuchadme (leédme) y lo entenderéis.
Todas tenemos una ex o una amiga a la que no puedes ver ni en pintura. Hace años, como quien no quería la cosa, preguntabas a una amiga en común "y que es de Menganita? hace siiiiglos que no sé de ella!" cuando quizás la habías visto ayer comprando el pan o en la barra de algún bar de ambiente de Coñolandia.
Hoy en día tenemos los blogs. Y es que es como un hecho que el 97% de las lesbianas tiene un blog o un cutre msnspaces con un fondo rosa y 35 fotos.
Y qué es peor; la ex que actualiza cada día o la que actualiza una vez a la semana?
La que escribe cada día te suministra, sin saberlo, una dosis diaria de droga dura; lo sabes todo de su vida, sabes con quién se acuesta (argh!) , con quién se ha enfadado (jódete!!) o ves sus fotos de juerga (quiénesésafurcia?)
Y la que escribe cada siega del pepino? entras cada día y te molesta si no ha escrito, piensas que está muy ocupada (follándose a la furcia aquella). Y el día que escribe analizas el post. Estará hablando de mí? Ha ligado? Sigue enfadada conmigo?
Una vez salí con una chica a la que le encantaba mi blog. Cada día me decía si había escrito, y yo le sugerí que se abriera uno. Lo hizo pero cada post que escribía le daba el canguelo de "he escrito algo demasiado personal? lo borro" cuando en realidad era un blog más soso que masticar un trozo de corcho. Pero claro, el amor tiene ésas cosas.
Cuando lo dejamos/me dejó, cerró el blog. Yo naturalmente seguí con el mío, pero ella, cogiendo mis enseñanzas bloggeras, abrió otro blog a mis espaldas. Pero cuando lo publicitas en un foro, es normal que llegue a mis ojos.
Durante los primeros días seguí el ritual mencionado antes; entraba cada día, intentaba escudriñar si hablaba sobre mí. Pero me di cuenta de que me estaba portando como una psicópata así que lo dejé estar. Hay blogs mucho más divertidos por ahí (éste, por ejemplo ;-)) y además, para qué negarlo....

Tía, sigues siendo una sosa con aspiraciones de gran escritora.